ANTIGUA NO FUE DEL TODO ABANDONADA

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          Don Miguel Paredes, encargado del archivo municipal que obra en el edificio de la compañía de Jesús de esta ciudad, al ser consultado si la ciudad de la antigua Guatemala fue abandonada en su totalidad, luego del terremoto de Santa Marta de 1773 que dio con el traslado de la ciudad como capital al valle de la Ermita, indico que no, ya que hubo segmentos de población que por su importancia económica no se fueron, tal el caso de los añileros, porque en la nueva ciudad no tenían la base agrícola, suficiente agua y los tinacos que les eran indispensables de este colorante y las autoridades coloniales les permiten quedarse en el valle de Panchoy.

          Por otra parte hubo alguna renuencia y rebeldía de muchos vecinos a trasladarse a la nueva capital. Lo que si se puede determinar es que entre 1773 hasta 1799 no se tuvo autoridades nombradas y cuando se nombraron le dio mayor auge a que las personas se quedaran en la ciudad y hay varios sacerdotes que se mostraron franca oposición a la disposición gubernamental de traslado.

          A la pregunta de que si las tierras abandonadas son tomadas o posesionadas por usurpadores indico que no, ya que eran reales y pertenecían a la corona y en la época republicana, luego de 1821 las tierras pasan a poder municipal en calidad de ejidos.

          Las que continúan siendo privadas son las casa de habitación, como constan en documentos del archivo y conforme transcurren los años la ciudad va recobrando su auge y a mediados de 1800 se menciona en otros documentos que incluso ya hay suficiente población y tienen participación directa durante los gobiernos de Francisco Morazan y Rafael Carrera.

          En ese orden don Miguel, resalto que el contenido del archivo es rico en información primordialmente del siglo XIX que es un lapso histórico poco conocido y que fue fundamental en la conformación de la tesis doctoral del historiador mexicano Omar Avila Quijas, que permite conocer y comprender el desarrollo de la propiedad privada, en el valle de Panchoy a través del tiempo y agrego que ojalá el trabajo se edite a nivel guatemalteco por su importancia histórica.