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El jueves cinco del
presente, con presencia de alrededor de dos mil personas en el Calvario, se recordó que hace un año
se dio el robo de las pinturas de Tomás de Merlo, en ese templo, motivo por el
cual tres connotados maestros pintores antigüeños elaboraron por sorteo, una
reinterpretación de tres de las obras depredadas: La Oración del huerto, La
curación de Malco y Jesús ante Caifás. En ese orden correspondió al Maestro
Fernando Ixcaméy (en la gráfica), elaborar la primera obra, quien indicó que
parte de la inspiración fue a raíz del robo de lesa cultura, que calificó como
tragedia y según su percepción del pueblo antigüeño no tiene a ciencia cierta
conciencia del valor histórico artístico y religioso de las obras. Condena el
hecho que se da en la ciudad que está llena de malas noticias y cosas
negativas. Las obras son un homenaje a Merlo por el legado que dejó a su ciudad
natal. Agregó que plásticamente la obra resume el sincretismo y religiosidad
del pueblo antigüeño. El maestro Alejandro García Gil, a quien correspondió la
reinterpretación de la curación del Malco, indicó que el trabajo prácticamente
se hizo en tres fases: el análisis, la propuesta y realización de la obra, que
les tomo once meses, en sí la elaboración
concreta de la obra fue a de tres meses, mencionando que las obras no son
copias, ya que hubiese sido una obra titánica. En su tema resalta la imagen de
nuestro Señor Jesucristo, donde llama la atención su palidez, que expresa y
evidencia la angustia humana que sentía previo a su pasión y muerte y por ello
es el tema central de las pinturas, que contrasta con los vivos rojos de los
personajes que le acompañan en su captura.
Por
su parte el maestro pintor Mario García, indicó que su obra se conforma de dos
temas Jesús ante Caifás y la flagelación de Cristo y tiene estrecha relación en
la obra de Merlo, y lo primordial indicó, que resume gran parte de la pintura
la mirada de Jesús.
Artísticamente
indicó que Merlo en sus obras destaca la agresividad de los captores en los
personajes romanos, y fue una época de mucha sangre y violencia y se refleja en
las obras. No integra al diablo en la pintura para no darle espacio al mal que
tanto daño provoca y coincidió que el personaje central es Jesús y una
variación es que en el original Jesús tiene cerrado los ojos, pero en la
reinterpretación aparece con una mirada de paz, tranquilidad y esperanza al que
lo observa.
Es
de resaltar que el periodista Sergio Ortiz ha sido uno de los principales
promotores de que esto se llevara a cabo y resaltó, que les mueve recuperar y
mantener la identidad de la cultura antigüeña, sin intereses de ninguna especie
y agradeció a los maestros por las obras realizadas.
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