Recientemente
circulo un poema anónimo en las inmediaciones del parque central de esta ciudad,
y al investigar se conoció que el autor fue don Don Rubén Hernández Aguilar (en
la gráfica), integrante de la familia conocida como los “chisetos” (niños
bonitos,en lengua mam), vecino del barrio de San Francisco, de oficio albañil,
autodidacta e indica amar entrañablemente a la ciudad de las Perpetuas Rosas
que le vio nacer.
En
la poesía resalta su tristeza por lo que pasa y según su criterio muchas
personas ya hicieron lo que querían y sin misericordia siguen atacando y
destruyendo Antigua como vecino pidió a las autoridades que se detengan y hagan
algo. He aquí compartimos la poesía:
HORA ACIAGA
Esta es la hora aciaga
de La Antigua
Y mi voz no puede callar
ahora;
Mi voz es la voz
permanente de la protesta viva,
La protesta que se
entrega inclaudicable
Hablando frente a las
hienas con pecho altivo
Y la mirada firme,
Porque amo a mi Antigua
y al pie de su sepulcro
aun intento
levantar su faz
acongojada para besarla,
mil veces besarla para
que no muera.
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