TEJIDOS CON ORIGENES COLONIALES:






En la gráfica don Eladio Chiroy Hernández, maestro tejedor antigüeño, trabaja con la rueca y devanadera en el único taller artesanal de este tipo que pervive en la Antigua Guatemala, quien resaltó que el oficio es una herencia de familia que por varias generaciones han atendido y en su caso desde niño lo ha hecho aprendiendo de su señor padre,  y es una satisfacción y orgullo hacerlo hasta la actualidad. En ese orden aprendió a operar las madejas, las “Canias”, los canutos, la redina, la lanzadera que son partes indispensables de los telares de pie. Resaltó que su oficio lo ha difundido en diversos puntos del país como Casillas, San Rafael las Flores, en Monjas, en Santa Rosa de Lima, donde siempre llevó consigo un telar para continuar trabajando. Como profesor de Matemática laboró en el Instituto Central para Varones pero no dejó de tejer. Luego de jubilarse se dedicó de lleno a los telares, teniendo la satisfacción de que su trabajo ha trascendido las fronteras patrias y ha creado diseños de individuales como Audri, que goza de gran aceptación por el colorido que presenta, incluso se ha utilizado para la etiqueta de frijoles  DUCAL y otras marcas internacionales. Este tipo de tejido no solo se ha utilizado para manteles e individuales, sino como telas de vestir, por lo cual lo han replicado otros telares en el occidente del país. Indicó que el telar de pie, es una influencia española de la época colonial y son los pedales los que dan el impulso para la confección de la tela, y con ellos se controla para elaborarlos diseños del tejido.
          La diferencia de estos telares con los de cintura, es que con estos las telas son angostas y llevan un poco más de tiempo, mientras que los de pie permiten realizar telas más anchas y hasta cien yardas de largo.
          Resaltó que todo el procedimiento es hecho a mano y la creatividad artística del tejedor puede ser diversa, sin embargo la influencia de la cultura maya se refleja a través de los diseños como quetzales, grecas, rombos, glifos y venados entre otros, son de agrado de los compradores, sin embargo en su taller se atienden pedidos especiales como manteles y servilletas con nombres de familia, recuerdos especiales, o citas bíblicas que algunas personas solicitan. Otra especialidad son los manteles navideños que tienen demanda en esta época.
          A pesar de la modernidad industrial y tecnológica que ha afectado a lo producido en los talleres artesanales, la demanda continúa y se vela por la calidad del producto utilizando hilos de primera, que no destiñen y se tiene cuidado de buenos acabados, tanto de la tela como de los diseños. Señaló que el arte ha sido heredado por una de sus hijas que lo domina con destreza, y le anima a que se continué adelante.
          Aparte de manteles para ocho o doce personas elabora individuales, servilletas, mantas, secadores, limpiadores  entre otros.
          Laboran a las órdenes de don Eladio los tejedores Rubén Pérez y Domingo García. El taller se ubica en la calle de San Luquitas en esta ciudad.
          Sin duda un patrimonio cultural que resalta en los tejidos típicos, otrora pujante industria de la época colonial.


1 comentarios: (+add yours?)

Idania Santos dijo...

necesito el numero de contacto de Eladio Chiroy

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