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El fin de semana recién pasado se vio
sobre la cuarta calle y quinta avenida de esta ciudad la permanencia de una
radio patrulla de la policía municipal de turismo, que resguardaba el área y
según el oficial a cargo del operativo, Cristóbal de León, la permanencia se
debía a que no era permitida la venta de vendedores ambulantes que en los
últimos meses han proliferado en gran número.
Indico que no se permitirá ventas
porque han recibido denuncias que varios turistas han sido afectados con robo
de sus pertenencias yaque cuando hay aglomeración los delincuentes aprovechan
para hacer de las suyas.
Ojalá que las autoridades responsables
regulen las ventas callejeras, porque ahora muchos vendedores han tomado
calles, esquinas, puertas y bancas del parque vendiendo no solo textiles, sino
también venta de relojes electrónicos, venta de patos, pollos, globos, frutas,
perros, sombreros de moda y han retornado los artesanos urbanos con sus
características vestimentas de los años sesenta y su peculiar olor a perfume de
pachuli que han tomado lugar en la famosa calle de los chinos.
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