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En la gráfica niños de
Ciudad Vieja hacen el saludo al paso del Pabellón Nacional en un acto
protocolario celebrado en dicha comunidad. El uno de octubre a nivel nacional
se celebró el día del niño, que es símbolo de fe, inocencia, humildad,
sencillez y sinceridad, donde la fantasía, los sueños y la creatividad de lo
inimaginable es posible. Los niños todo
lo creen y no ven diferencias sociales, económicas o culturales y en su esencia
no existe la discriminación ni racial, de género o de pensamiento. Sin duda el
mayor tesoro que tiene la humanidad son los niños, que nos dan la pauta que
puede haber un futuro mejor, brindándoles principios y valores que les permitan
ser felices y disfrutar de su niñez, que quizás es la etapa más llena de
ilusiones del ser humano. Como padres que Dios nos permita hacer el mejor
esfuerzo, para luchar por ellos y brindarles salud, educación, y todo aquello
que les beneficie, para que su futuro este asegurado y dé como resultado mejores
guatemaltecos, que lleven adelante lo que aspiramos en el presente.
Ese
día muchos niños fueron agasajados con piñatas, dulces y sorpresas.
Que
Dios bendiga a todos los niños de Guatemala y del mundo y que nos dé sabiduría para
darles amor, juguetes por cajas de lustre, muñecas en lugar de cuidar a sus
hermanitos en los mercados, ladrillos de rompecabezas por cajas de chicles para
vender, y poderles mostrar mejores caminos que ir a cultivar el campo, y darles
lo mejor de nuestro trabajo.
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